miércoles, 3 de junio de 2015

CARTA DE UN PADRE MUERTO A UN HIJO VIVO


Es de noche
Estas sentado llorando,
Y yo sin poder decirte una palabra.
Quisiera decirte que estoy acá,
Que te veo y sufro por eso.
Deseo tocarte y darte un beso en el festejo,
Pero no puedo.
¡¡¡ Mi vida no llores más!!!
Yo ya estoy bien,
No siento ningún dolor ya,
Y aunque estés triste ahora
Todo pasara.
¡¡¡ Nunca te olvides, mi amor!!!
Que lo que te dije antes de irme es verdad,
Siempre te veré y cuidare en cualquier lugar que este.
¡¡¡ No grites más por qué no estoy!!!
Mi muerte tuvo que ser,
Si tú mismo cuando pensabas que estaba dormido,
Murmurabas pidiéndole a Dios que me curara o llevara.
No te culpes por nada.
Me diste todo lo que pudiste,
Y las veces que me retabas o gritabas,
Yo sabía que eran por mi bien.
Disfrute la vida,
Pase momentos buenos y malos,
Y aporte un poco a la situación que me encuentro hoy.
¡¡¡ Ya no estés mal!!!
Yo ya viví,
Ahora te toca a ti,
Por qué siempre viviré a través de tus alegrías y sonrisas.
Mira para adelante,
Tienes un futuro que te espera
Y no pienses con tristeza,
Que no podré presenciar tus logros y avances.
Por qué siempre estaré contigo.
Protegiéndote a ti y a tus futuros hijos,
Nunca pienses que no los conoceré.
Por qué a tu lado estaré eternamente amándote y queriéndote,
Y cuando llegues al final de tu destino,
¡¡¡No tengas miedo, querido hijo!!!
Porque ahí te esperare,
Para volver a empezar y no separarnos nunca más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario